Así era Sevilla cuando la visitó Teresa de Jesús
Grabado" Sevilla sigloXVI - Dibujo de Hendrick Focken - Gabinete de Estampas de la Biblioteca Nacional
Sin embargo la ciudad no fue bien acogida por la Santa y no consiguió encajar en ella. Una serie de acontecimientos, además del clima que no soportaba, dejaron en ella un mal sabor de boca y turbios recuerdos, uno de los cuales no olvidaría nunca: Fue acusada ante el Tribunal de la Santa Inquisición por “iluminada”, y la denunciante no fue otra que María del Corro, una joven viuda a la que la Santa acogió en su congregación.
Gracias a la amistad que Doña Luisa de la Cerda, amiga de Santa Teresa, tenía con el Inquisidor General don Gaspar de Quiroga, arzobispo de Toledo, pudo salir airosa de aquella acusación.
No, Sevilla no gustó a Teresa y de ello dejó constancia en una carta que escribió y que se encuentra en el convento de las Carmelitas Descalzas del barrio de Santa Cruz:
“Las injusticias que se guardan en esta ciudad, la poca verdad, las dobleces...Yo le digo que con razón (Sevilla) tiene la fama que tiene. Yo confieso que la gente de esta tierra no es para mí y me deseo ver ya en la tierra de promisión. La abominación de pecados que hay por aquí son para afligir harto. El Señor lo remedie...”
Una pena que la Santa no gozara de Sevilla con todo el esplendor que regalaba en pleno fulgor de la etapa como Puerto de Indias.
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